La moda afecta a todas las prendas de vestir y el calzado no es una excepción.
El zapato, el botín , la bota y todas sus variantes han evolucionado a lo largo de la historia, pero ha sido durante el siglo veinte y el presente siglo cuando se han convertido en seña de identidad e incluso en arte.
Pero no siempre estos objetos de diseño tienen en cuenta la funcionalidad y la ergonomía.
En esta entrada os queremos mostrar ejemplos de arte en el calzado, que os provocarán alguna sonrisa y más de un dolor de pies.
Se trata de objetos imposibles, que no os llevarán a ninguna parte (nunca mejor dicho), aunque no cabe duda que despertarán la sonrisa y la expectación allá por donde vayáis. Os sentireis como Odrey Hepburn en My Fair Lady. Las princesas del asfalto.
Hasta que empecéis a caminar.
Es difícil que nosotros os aconsejemos calzar alguno de estos modelos. Embutir el pie en ellos es una prueba de valentía, destreza, inconsciencia y masoquismo y ponerse a caminar requiere de unas dósis de equilibrio y de pericia al alcance de muy pocos
Pero ¿desde cuándo la moda ha sido sinónimo de comodidad?
El que algo quiere, algo le cuesta y estos modelos, además de crear severos problemas en los pies, os transportarán (¡!) a ese mundo exclusivo de las «Fashion victim» en el que ir a la última y acaparar todas las miradas es suficiente recompensa para soportar ( y compensar) el sufrimiento provocado por su exclusivo diseño.
Desde Clínica LEVEN esperamos haber arrancado una sonrisa en el lector (único objetivo de esta entrada) y os recordamos que siempre estamos a vuestro lado para daros pautas y consejos sobre el calzado más adecuado para vuestros pies
Fuente: Dornob.com